Publicidad programática: los editores y los anunciantes salen ganando
Nuestro mundo evoluciona rápidamente y la tecnología es su motor. Hace sólo una década, Internet era accesible desde un único lugar: el ordenador. Ahora, se puede acceder a la red desde distintos dispositivos, como teléfonos inteligentes y tabletas.
Por ello, los editores han hecho un esfuerzo consciente para que sus contenidos sean más fáciles de usar en dispositivos móviles, lo que incluye la creación de sitios web y aplicaciones con capacidad de respuesta.
Además, los medios digitales se han convertido en un medio muy popular utilizado por editores, anunciantes y usuarios finales. Según el informe de la IAB, la publicidad digital generó unos ingresos de 60.000 millones de dólares solo en 2016 y se espera que en 2017 se registre un crecimiento adicional del 31,1 %.
Una de las razones de este rápido crecimiento se debe a la transparencia, la tecnología y la gran accesibilidad para dirigirse a audiencias individuales que tienen los medios digitales.
Esto supone un gran contraste con el sistema tradicional de compra de medios, que ahora puede considerarse ineficiente. Requiere el largo proceso de compra manual de inventario a los editores, que es necesario completar mediante pujas manuales por parte de los anunciantes.
Uno de sus inconvenientes, en particular, era que no se conseguía que el proceso de compra fuera más fiable por igual para anunciantes y editores.
Antes, era mucho más fácil para los editores manipular y explotar a los anunciantes creando una falsa demanda. Incluso las agencias influían en los anunciantes para que pagaran más.
Por ello, los anunciantes siempre acababan en el equipo perdedor.
Desde que se introdujo la publicidad digital, los desarrolladores o comercializadores han tenido la oportunidad de llevar este proceso a un nivel digital o programático.
En concreto, herramientas como RTB, DSP y SSP han permitido que ambas partes se encuentren en un mercado programático en el que los editores pueden vender su inventario en tiempo real. En estas circunstancias, el mejor postor gana el inventario, lo que significa que el anunciante no gasta más de lo necesario, sino que sólo paga en función de la demanda.
Lo que hace que este proceso sea tan popular es la "subasta del segundo precio". Este sistema ha asegurado y justificado eficazmente el sistema de precios.
Permítanme explicarlo un poco más.
"Subasta de segundo precio" significa que gana el mejor postor, pero el precio pagado es la segunda puja más alta. Por ejemplo, "A" ha pujado 100 $ y "B" ha pujado 150 $. En este caso, "B" ganará la subasta, pero sólo tendrá que pagar el precio de "A" (100 $).
Con la puja en tiempo real RTB, los anunciantes colocan su demanda o interés para comprar inventario con la ayuda de su DSP, que está conectado al mercado digital. Este sistema programático garantiza una puja justa y fija un precio justo para el inventario.
Como el sistema es totalmente programático, viene con algunas facilidades adicionales. La plataforma permite a los anunciantes adquirir amplios conocimientos sobre el usuario final, que pueden utilizar para crear un perfil más detallado de los intereses de su audiencia.
Esta información permite establecer objetivos específicos para los grupos demográficos adecuados. Esto, a su vez, ayuda a generar el mejor ROI y rendimiento de una campaña.
De este modo, tanto los editores como los anunciantes salen ganando.
Esta situación beneficiosa para todos creada por el sistema programático está atrayendo a más anunciantes a participar en el mercado y es el secreto del crecimiento y el éxito de esta industria.
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Autor:
Joshua Prottoy Adhikari
Director, Country & Programmatic Ad-Operations
TARGETOO